Al final de la película, abrumados por las imágenes impactantes de la guerra, vivida desde adentro, y el opresivo presente del protagonista que recuerda, quedamos todos en silencio…
Alguien, hablando en nombre de todos, rompió ese silencio agradeciendo a Tristán Bauer.
Finalmente, Tristán Bauer fue felicitado por la calidad de la banda sonora, el sorprendente (y verídico) episodio del partido de fútbol y la larga escena de combate cuerpo a cuerpo con los ingleses, rodada de tal manera que el espectador, inmerso en el caos, es totalmente incapaz de atribuir un orden lógico a los acontecimientos.
Desmintiendo en todo a los pronósticos “el público argentino no quiere ver eso, ni oír hablar de las Malvinas”, la película obtuvo un éxito rotundo tanto en la Argentina como en el extranjero. Esta película, al destapar verdades desagradables, dio lugar en la Argentina a muchísimos debates…