Mariela Dreyfus (Lima, 1960) estudió Literatura en las universidades Nacional Mayor de San Marcos y Columbia (Estados Unidos, Nueva York), donde se doctoró en Literatura Latinoamericana. Ha publicado los poemarios Memorias de Electra (1984), Placer fantasma (1993; Premio de Poesía Asociación Peruano-Japonesa, 1992), Ónix (2001), Pez (2005), Morir es un arte (Lima, 2010; 2014), Cuaderno músico precedido de Morir es un arte (Madrid, 2015), recogidos en Gravedad. Poemas reunidos (New York, 2017). Es autora también del estudio Soberanía y trasgresión: César Moro. Fundadora y disidente del movimiento Kloaka (1982-1984). Su obra ha sido incluida en importantes antologías, como La poesía latinoamericana del siglo XXI: el turno y la transición (FCE, México, 1997), Poesía peruana siglo XX (Ediciones Copé, Lima, 1999), Poésie Péruvienne du XXe Siècle (Patiño, Genève, 2000), Yellow Silk II. International Erotic Stories and Poems (Grand Central Publishing, California, 2000), Poesía Peruana / 50 poetas del siglo XX (Peisa, Lima, 2001), Mujeres mirando al sur. Poetas sudamericanas en USA (Torremozas, Madrid, 2004) y Poetas contemporáneas (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2004). Sus traducciones de los poetas norteamericanos Allen Ginsberg, Edward Dorn, Sylvia Plath, Diane Wakoski y AI, se han incluido en el volumen Muestra de poesía norteamericana contemporánea (INC, Lima, 1987), así como en las revistas Abysinnia: Revista de poesía y poética (Buenos Aires) y Pelícano (Lima). Ha traducido también el volumen La Diosa de las Américas. Escritos sobre la Virgen de Guadalupe (Random House, Nueva York, 2000), compilado por la destacada escritora chicana Ana Castillo. Colabora regularmente con ensayos y comentarios críticos en las revistas Review: Arts and Literatures of the Americas (Nueva York) y Martín. Revista de artes y letras (Lima). Es actualmente profesora de Poesía y Traducción Literaria en la Maestría de Escritura Creativa en Español de New York University (NYU).
Somos este tiempo inconstante
en que nada nos posee
y lanzamos nuestras crines desnudas
al acaso.
MD